
En una época tan vertiginosa en los cambios tecnológicos, nuestra manera de mantener la debida preservación documental acompañada de los nuevos soportes que se encuentran disponibles en el mercado, así como de los tradicionales materiales de los que difícilmente podremos desprendernos, nos señala que la legislación en materia archivística es parte fundamental de un engranaje complejo y vastísimo de la que está sujeta toda la producción de los documentos.
Las leyes en materia de archivos nos conducen necesariamente al establecimiento del rigor y de la disciplina que exige la archivonomía y que en muchas de las ocasiones difícilmente se lleva a cabo en las instituciones gubernamentales de nuestro país. ¿Cómo resarcir todo este atraso que padecen?, la respuesta se encuentra en un serio análisis y monitoreo de cada dependencia; entre otras cosas, la transparencia y la difusión mediante un orden equilibrado de las leyes de cada estado y de las normas internacionales sobre archivos para su tratamiento en particular de los documentos. Los retos aún son grandes, las dependencias encargadas del resguardo de los acervos, como el Archivo General de la Nación (AGN), debería contemplar un activismo más dinámico en cada institución y con cada estado de la República y para ese propósito se tienen necesariamente que destrabar los candados en materia legislativa y jurídica que la asedian, esto es, darle un campo más operativo y autónomo para satisfacer las múltiples tareas que se necesitan urgentemente. Por otra parte, el Instituto Federal de Acceso a la Información Pública Gubernamental (IFAI), debe anexar a su ley, las sanciones correspondientes cuando las dependencias no cumplan con transparentar la información solicitada, como la amonestación, la sanción económica, la destitución del cargo y de las funciones públicas del funcionario encargado de dar cuenta de lo que se le ha solicitado en tiempo y forma, entre otras alternativas, sin que se tenga que simular de un lado y del otro la supuesta transparentación de los resultados. Hay mucho por hacer, comencemos pues.
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Edgar Espinosa Osorio
(Zeetoba)
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