
Manifestó que «no existen suficientes librerías ni bibliotecas públicas, hay solamente 200 salas de lectura en el estado y son escasos los promotores editoriales y literarios que se extienden sobre nuestros espacios comunitarios». Por lo que deja ver «una deficiencia en hábito a la lectura con un promedio aproximado de que los michoacanos leen medio libro al año».
Esperemos que no sea otra intentona por crear y crear leyes en todo el territorio nacional y que en la práctica brindan poquísimos resultados. A continuación, otro retrato más, en otra partecita del mundo sobre el Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA).
En nuestro país, las bibliotecas escolares siguen siendo una ficción. Los centros educativos han ido incorporando muchas cosas: profesores de gimnasia, orientadores, auxiliares técnicos educativos, profesores de música…..pero sus bibliotecas están como hace 50 años: sin bibliotecarios que las organicen, que ofrezca un servicio estable, que siembre el amor por la lectura. Y ahora, encima, se pretende que las públicas paguen por prestar libros. Así nos va”.
Fuentes:
Sobre marco jurídico y la lectura en Morelia, Michoacán:
Fotografía:
Autor y lugar: desconocido
Álbum personal
Comentarios