
Son ejes que busca la institución debatir en el seno de la sociedad que se siente burlada por los constantes atropellos de la gestión pública en su ordinario quehacer institucional y por añadidura la escasa implementación democrática en su desempeño para la que fué creada; se esfuerza afanosamente la institución de la "transparencia" por cumplir con el protocolo burocrático o la "regla ceremonial diplomática" aparentando involucrar a una pequeñísima parte de la sociedad con su "visión" de estado partidista, debiendo comenzar con institucionalizar la rendición de cuentas al interior de la vida pública federal, esto es, cada recoveco de unidad gubernamental en sus tres poderes constituidos, cada celula de la enorme burocracia nacional. Por otra parte los "altos" y "medianos" funcionarios deben (y tienen) que emplear la transparencia en la rendición de cuentas con estricto apego a la ley y, en ese orden seguir su tarea hasta llegar a los niveles de los trabajadores: si los encargados de cada institución no emplean cabalmente la transparencia sin concesiones ideológicas o intereses personales, difícilmente sus trabajadores lo harán. ¿Qué decir de la rendición de cuentas de cada gobernador o de cada funcionario público ensimismado en la inercia de la impunidad y de la corrupción a su alrededor?.
El IFAI comienza su retahíla "transparente" en la estructura más necesitada; la estructura menos favorecida en la disposición de los servicios: justicia, seguridad, empleo, salario, educación; la estructura más golpeada día con día: los trabajadores. Es sólo "ceremonia diplomática" cuando hablamos de paternalismos. Con platillo y bombo analizarán la inoperancia institucional de la información, ¿a quién beneficia?.
Imagen: Invitación Semana Nacional de la Transparencia 2008 (IFAI)
Fuente: http://www.ifai.org.mx/SNT
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